DIPA
Sobre el Proyecto DIPA
Utilizando el Pasado para Mantener el Presente
DIPA es un equipo técnico que se formó en mayo del 2004, con sede en la Asociación Copán y dirigido por el arqueólogo hondureño Ricardo Agurcia F. DIPA ofrece consultoría al Instituto Hondureño de Turismo (IHT) con relación a ciertos aspectos del Proyecto de Desarrollo Regional del Valle de Copán (PDRVC), financiado por el Banco Mundial.
El PDRVC utiliza el turismo arqueológico como una estrategia de reducción de la pobreza en beneficio de comunidades rurales hondureñas. Valiéndose de Copán como un marco de referencia exitoso, DIPA ofrecerá consejería al gobierno acerca del desarrollo de infraestructura turística esencial como también acerca de cómo implantar experiencias informativas y agradables en varios sitios arqueológicos hondureños, poco desarrollados.
Préstamos pequeños, subvenciones para negocios, una serie de entrenamientos educacionales, talleres para guías y cursos de manualidades mejorarán las oportunidades de los pequeños empresarios que viven cerca de los siguientes cinco parques arqueológicos:
Sitios DIPA – El Puente
Localizado en el Municipio de La Jigua, Departamento de Copán, el Parque Arqueológico El Puente está en el Valle de Florida, como a una hora hacia el este desde las Ruinas de Copán. Este parque de 5.5 hectáreas fue declarado Zona Arqueológica en 1989 y se desarrolló como el segundo Parque Arqueológico de Honduras. En 1990 comenzaron excavaciones financiadas por el gobierno japonés, como parte del Proyecto Arqueológico La Entrada, Segunda Fase (PALE II). Después de cuatro años de intensa investigación y conservación, El Puente abrió sus puertas al público el 20 de enero de 1994.
A pesar de su fácil acceso y su proximidad al destino turístico Copán, El Puente recibe muy pocos visitantes al año. DIPA está trabajando en aspectos innovadores para estimular a los visitantes a descubrir El Puente. Entre estos atractivos están una “Aldea Maya”, la reconstrucción de un área tradicional de vivienda maya y la interpretación de la vida diaria maya. Se ha propuesto también un “Huerto Maya” con plantas nativas y árboles que utilizaron los mayas antiguos para cocina, medicina y construcción. Se espera incorporar un laboratorio arqueológico, demostrando el proceso de excavación e incorporar al Centro de Visitantes un laboratorio de restauración, demostrando la restauración de artefactos.